EUROPA
PRESS
10
agosto 2016
La dermatóloga del Hospital Vithas
Nuestra Señora de América, Teresa Truchuelo, ha
recomendado revisar las diferentes manchas del cuerpo para detectar alguna que
pueda llegar a ser maligna, como el melanoma cutáneo, y actuar lo más rápido
posible para prevenir problemas mayores.
Existen
múltiples factores que intervienen en el proceso natural de la producción de
melanina y que pueden suponen algún tipo de desorden en la pigmentación. Por
ello, es fundamental distinguir los casos donde se produzca un exceso de
melanina (hiperpigmentación), un defecto de la misma
(hipopigmentación) o una ausencia total de esta
sustancia (despigmentación), para distinguirlas de aquellas que puedan alertar
de algún otro tipo de patología.
En este
sentido, la especialista ofrece una serie de claves para distinguir las manchas
estéticas, que no suponen ningún problema, de aquellas que pueden llegar a ser
malignas. Así, el melasma es una mancha muy común de
la que no hay que preocuparte y puede distinguirse por tener una forma de
manto, que aparece en mujeres jóvenes, principalmente en embarazadas. En estos
casos, si se desean eliminar se puede recurrir a tratamientos con fórmulas despigmentantes, 'peelings' o
láser.
Por
otra parte, los léntigos son otro tipo de manchas muy
comunes y producidas por el sol. Tienen forma similar a las pecas y se
diferencian en que permanecen durante todo el año. Los léntigos
suelen aparecer en la cara, en el escote o en la zona alta de los hombros. Hay
que tener cuidado con ellos porque algunos pueden llegar a ser malignos, por lo
que habría que acudir a un dermatólogo para tratarlo en caso necesario.
La regla del 'abcde'
para los lunares
En
cuanto a los lunares, la forma de identificar si son buenos o malos es realizar
la regla del 'ABCDE', es decir, cinco signos de alerta que indican que es
necesario acudir a un especialista para vigilarlo. Estos cinco factores son la
asimetría; que tengan formas irregulares; colores diferentes u oscuros; un
diámetro mayor de 6 centímetros; y su evolución, es decir, que cambien de
tamaño, que parezca nuevo o que provoque picores o sangre.
En
cualquier caso, es recomendable acudir al dermatólogo ante cualquier duda para
evitar posibles complicaciones, sobre todo en casos de posible melanoma (cáncer
de piel). "Por ello, hay que revisar el cuerpo habitualmente para detectar
cualquier tipo de mancha sospechosa y acudir una o dos veces al año al
dermatólogo", ha aconsejado la especialista.